Mujeres, hoy es vuestro día

Aunque ayer ya Google celebraba el Día de la mujer es hoy cuando os tenemos que felicitar a todas. La coletilla es que es de la mujer trabajadora. Y todas lo hacéis. Lo que pasa es que no todas recibís dinero por ello. Así que mi agradecimiento a la madre y mujer de Juan, las mujeres que he conocido de más cerca, y mis felicitaciones a todas las demás.
He conocido a Unicornio. No es un personaje de fición. Es una de esas mujeres estupendas de las que te cuerdas en días como hoy.
Ella es real. Tiene 16 años. Mide 1,83. Juega al baloncesto, como no. Es una niña preciosa, según los humanos, y muy graciosa. A mi me encanta porque siempre está dispuesta a jugar con nosotros, las mascotas.
Ese es su nombre en clave en las Redes Sociales, Antes usaba el suyo real pero tuvo una mala experiencia.
No fué en Facebook, ni en Tuenti (que dice que es un rolllo), ni en Twitter, ni en Youtube. Fue por Whatsapp. Parece mentira pero la gente piensa que Whatsapp no es una Red Social y es con lo que nos comunicamos todo el santo día con nuestros amigos. Acabo de convocar a los mios a un paseito por las balsas de Salburua, a ver si se animan con este ambiente primaveral.
A lo que iba. Unicornio no se metía con nadie. Chateaba con sus amigas y amigos. Se mandaban chistes gráficos y videos graciosos. Quizá lo usaba demasiado, pero la mayoría de los humanos lo hacen ¿no?
Un día recibió un mensaje de alguien que no tenía registrado como contacto. Al principio estaba a la defensiva, con cautela. Luego descubrió que había estado años atrás con aquel amigo que ya no recordaba en unas colonias de la Diputación o del Baskonia. El caso es que le agregó y los mensajes empezaron a ser mas frecuentes. De una vez al mes pasaron a varias veces al día reclamando su atención. Su madre le aconsejó que lo bloqueara, pero ella aún no creía que aquello era nada grave. Me recuerda a otra gran amiga que se hizo un blog sobre el tema: "Mi novio me controla... lo normal". La cosa quedó en un susto que no merece la pena recordar, pero desde entonces toma precauciones para no caer en las garras de otro acosador cibernético.
Casualmente he encontrado este estudio de una Universidad de EEUU y parece  que estas prácticas son muy habituales en los adolescentes. Quizá el anonimato les hace crecerse. Detrás de un pesado así siempre hay un cobarde.
Ojala llegue un día que los hombres no pisoteen rosas como Unicornio y que usemos las Redes Sociales con cabeza. Hay mucho Alelado 2.0. Así que, ¡Despierta y Gordonea!
Sal a la calle disfuta de la Primavera y deja de incordiar a las chicas.
Guau! Arf! Arf!